Jesùs Leguizamo portait III
No digas nunca a tu amor, amor que nunca puede decirse;
pues la brisa suave tiembla silenciosamente, invisiblemente.
Yo dije a mi amor, yo dije a mi amor, yo dije a mi amor mi
corazón entero, tambaleando, helado, entre pavorosos sustos.
¡Ay! ¡ella se fue de mí!
pues la brisa suave tiembla silenciosamente, invisiblemente.
Yo dije a mi amor, yo dije a mi amor, yo dije a mi amor mi
corazón entero, tambaleando, helado, entre pavorosos sustos.
¡Ay! ¡ella se fue de mí!
Cuando ella se había ido, un caminante llegó silenciosamente,
invisiblemente; y se la llevo suspirando.
invisiblemente; y se la llevo suspirando.
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