31 octubre, 2016

Poema. Alta hora de la noche, Roque Dalton




Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendría la muerte y el reposo.

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
seria el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejas que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombres cuando sepas que he muerto:
desde la oscura tierra vendría por tu voz


corto, Charles Bukowski




Me gustaría llorar
pero la pena es una
estupidez.

Cartas, Franz Kafka.



No sé cómo abarcar toda esta dicha en palabras, ojos, manos y este corazón. No sé cómo abarcar la felicidad de tenerte aquí, la alegría de que me pertenezcas. No solo te amo a ti. Es más lo que amo: amo la existencia que tú me otorgas.

Poema. Las paredes, Blas de Otero


Te extraño mucho
porque me haces una falta sin fondo.
Siento frió en los pies
y calor en todo el cuerpo.
Cuando tu estas
a mi lado,
el mundo rebosa, palpita, se desborda.
Ahora es un cántaro vació,
a punto de quebrarse.
Mujer, dame de beber.
Tengo agrietados los labios
y las manos transparentes.
He comido
tragando ausencia, vació.
Las paredes del salón
te reclaman, me cercan.
El ventanal parpadea.

17 agosto, 2016

Poema, Hacia nuevos mares. Friedrich Nietzsche


Allí quiero ir; aún confío
en mi aptitud y en mí.
En torno, el mar abierto, por el azul
navega plácida mi barca. 
Todo resplandece nuevo y renovado,
dormita en el espacio y el tiempo el mediodía.
Sólo tu ojo — desmesurado
me contempla ¡oh Eternidad!

Poema, Ecce homo. Friedrich Nietzsche.



¡Sí! ¡Sé de dónde procedo!
Insaciable cual la llama
quemo, abrazo y me consumo.
Luz se vuelve cuanto toco
y carbón cuanto abandonó:
llama soy sin duda alguna.

Poema, ¡Hombre! ¡Presta atención! - Friedrich Nietzsche


¡Hombre! ¡Presta atención!
¿Qué dice la profunda medianoche?
«Yo dormía, dormía —
De un profundo sueño desperté: —
El mundo es profundo,
y pensado aún más profundo que el día.
Profundo es su dolor —,
el gozo — más profundo aún que el sufrimiento.
Dice el dolor: ¡pasa!
Mas todo gozo quiere eternidad,
— ¡quiere profunda, profunda eternidad!».

Poema, Entre amigos. Friedrich Nietzsche.




Un epílogo

1

Hermoso es compartir el silencio,
más hermoso es compartir la risa —
tumbado sobre el musgo a la sombra del haya,
bajo un cielo de seda
reír alegre entre amigos
dejando ver los blancos dientes. 
Si lo hice bien, callemos,
si lo hice mal, riamos,
y hagámoslo siempre peor,
hagámoslo peor, y maliciosos riamos
hasta ascender a nuestra sepultura. 
¡Amigos! ¡Sí! ¿Así ha de suceder?
Hasta la vista. ¡Amén!

2

¡Ni disculpas, ni perdón!
¡Envidiad alegres, cordialmente libres,
el tono, el corazón y la hospitalidad
de este libro tan poco razonable!
Creedme, amigos, ¡no para ser maldita
me fue concedida mi sinrazón! 
Lo que yo encuentro, lo que yo busco,
¿estaba ya en algún libro?
¡Honrad en mí la secta de los locos!
¡Aprended de este libro enloquecido
cómo la razón — «entra en razón»! 
Ea, amigos, ¿ha de suceder?
Hasta la vista. ¡Amén!

Poema, la gaya ciencia. Friedrich Nietzsche.


Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros,
esos sarcófagos y sudarios!
El pasado es su botín:
pero aquí vive un eterno Presente. 
Esto no es un libro: ¡qué encierran los libros!
¡qué encierran sarcófagos y sudarios!
Esto es una voluntad, una promesa,
esto es un viento marino, un levar anclas,
esto es una última ruptura de puentes,
un rugido de engranajes, un gobernar el timón;
¡brama el cañón, blanco humea su fuego,
ríe el mar, la inmensidad!

Poema, a la melancolía. Friedrich Nietzsche.


No te enojes conmigo, melancolía,
porque tomé la pluma para alabarte
y, alabándote, incline la cabeza
sentado sobre un tronco como un anacoreta.
Así me contemplaste ayer, como otras muchas veces,
bajo los matinales rayos del cálido sol:
Ávido el buitre graznaba en el valle,
soñándome carroña sobre madera muerta. 
¡Te equivocaste, pájaro devastador,
aunque momificado descansara en mi leño!
No viste mi mirada llena de placer
pasear en derredor altiva y ufana;
y que cuando insidiosa no mira a tus alturas,
extinta para las nubes más lejanas,
se hunde en lo más profundo de sí misma
para radiante iluminar el abismo del ser. 
Muchas veces sentado en soledad profunda,
encorvado, cual bárbaro oferente,
pensaba en ti, melancolía,
¡Penitente, pese a mis pocos años!
Sentado así, me complacía el vuelo del buitre,
el estruendo de la avalancha,
y tú, inepta quimera de los hombres,
me hablabas con verdad, mas con horrible y severo semblante. 
Acerba diosa de la abrupta naturaleza,
amiga mía, te complaces en manifestarte a mi alrededor
y en mostrarme amenazante el rastro del buitre
y el goce de la avalancha, para aniquilarme.
En torno a mí respira enseñando los dientes
la apetencia de muerte:
¡torturante avidez que amenaza la vida!
Seductora sobre la inmóvil estructura de la roca
la flor suspira por las mariposas. 
Todo esto soy —me estremezco al sentirlo—:
mariposa seducida, flor solitaria,
buitre y rápido torrente de hielo,
gemido de la tormenta — todo para ensalzarte,
fiera diosa, ante quien profundamente inclino la cabeza,
y suspirando entono un cántico monstruoso de alabanza,
sólo para ensalzarte, ¡que con cordura
de vida, vida, vida esté sediento! 
No te enojes conmigo, divinidad malvada,
porque con rimas dulcemente te orne.
Aquel a quien te acercas se estremece ¡oh rostro terrorífico!
Aquel a quien alcanzas se conmueve, ¡oh malvado derecho!
Y yo aquí estremeciéndome balbuceo canto tras canto
y me convulsiono en rítmicas figuras:
fluye la tinta, salpica la pluma afilada,
¡oh diosa, diosa, déjame — déjame hacer mi voluntad!

Poema, Solitario. Friedrich Nietzsche.



Graznan las cornejas
y aleteando se dirigen a la ciudad;
pronto nevará.
¡Feliz aquel que aún tiene patria! 
Ahora estás petrificado
y miras hacia atrás ¡cuánto tiempo ha pasado!
¿Por qué has huido, loco, por el mundo
ahora que el invierno se aproxima? 
El mundo: puerta muda y fría
abierta a mil desiertos.
Quien perdió lo que tú perdiste
en parte alguna se detiene. 
Ahora estás pálido,
condenado a un viaje de invierno,
al humo semejante,
que sin cesar tiende a más fríos cielos. 
¡Vuela, pájaro, grazna tu canción
en tono de pájaro desértico!
¡Esconde, loco, en hielo y en desprecio
tu sangrante corazón! 
Graznan las cornejas
y aleteando se dirigen a la ciudad:
— pronto nevará.
¡Infeliz aquel que de patria carece!

12 agosto, 2016

Fragmento, el libro de los abrazos. Eduardo Galeano.



No hay esperado que no sea esperador ni amante que no sea boca y bocado, devorador devorado: los amantes se comen entre sí de cabo a rabo, de punta a punta, todos toditos, todopoderosos, todoposeídos, sin que quede sobrando la punta de una oreja ni un dedo del pie

31 julio, 2016

Poema. Leopoldo María Panero, Ceniza en la mano.



El hombre es sólo un poco de ceniza en la mano
¡Oh!, tú mi amada, mi esposa …. la ceniza
Mi sombra que baila en el espejo
Y que susurra extrañas canciones al viento
He fumado con mi padre y con un espectro
¡Jamás lo olvidaré!
Mientras moría por vosotros
Porque la luz no es nuestra
Es del otro la mano
Es del otro el ruiseñor de la muerte
Es del otro el espejo
Y el dedo atroz del viento
Y al final de la película
resultó que nosotros éramos los muertos
y que la única verdad era la muerte
con la mayúscula atroz de la vida
con el delirio sin nombre de la vida
que tiene por frente el dolor y por palabra la vida
la vida que no es vida como un gigante pálido
cayendo sin ruido sobre los hombres.

Breve. Ernest Hemingway


Me encanta dormir.
Mi vida tiene la tendencia a desmoronarse cuando estoy despierto, ¿sabes?

30 julio, 2016

Fragmento. En tiempos oscuros, Theodore Roethke


encuentro mi sombra en la profundidad de la penumbra; 
escucho mi eco en un bosque de ecos

28 julio, 2016

Poema. Charles bukowski, Mariposas




Creo que las cosas hay que ganárselas
pero también creo en el regalo 
inesperado 
y siempre es maravilloso 
cuando una mujer que ha leído tu obra
(o parte de ella, por lo menos) 
se entrega 
como caída del cielo, 
una completa
desconocida.

semejante ofrecimiento
semejante comunión
deben considerarse
sagrados.

las manos 
los dedos 
el pelo 
el olor 
la luz.

Poema Jean-Paul Sartre, La náusea.



Desearía tanto abandonarme, olvidarme, dormir. Pero no puedo, me sofoco: la existencia me penetra por todas partes, por los ojos, por la nariz, por la boca.

24 julio, 2016

Poema, Blas de Otero, Tarde es; amor


Volví la frente: estabas. Estuviste
Esperándome siempre.
Detrás de una palabra
maravillosa, siempre.

23 julio, 2016

Charles Bukowski, Poema.



Era una especie de enfermedad triste, de tristeza enferma, en la que llega un momento en que ya no puedes sentirte peor. Creo que sabes lo que quiero decir. Creo que todo el mundo siente eso de vez en cuando. Pero yo lo he sentido muy a menudo, demasiado a menudo.

Ikanaide


Cancion perteneciente a Sune Fansub

07 julio, 2016

Poema. Alfonsina Storni, XXXVII

"Hotarubi no mori e"  - Anime Film


En una columna me apoyó, y te sueño. 
Mi mejilla, en contacto con el frío mármol hiela mi corazón.
Gruesas lágrimas caen de mis ojos.
Soy feliz, pero lloro.

Fragmento, Franz Kafka, Cartas a Milena, martes.



Esta mañana volví a soñar contigo. Estábamos sentados uno junto al otro y tú me rechazabas, sin enojo, con toda amabilidad. Yo me sentía muy desdichado. No por el rechazo, sino por mí, que te estaba tratando como a una mujer muda y no escuchaba la voz que salía de ti y se estaba dirigiendo a mí. Quizá la haya oído; pero no había podido responderle.

 Eso me recuerda algo que leí en algún lado: 
“Mi amada es una columna de fuego que se mueve sobre la tierra. Ahora me tiene abrazado. Empero, ella no arrastra a quienes abraza, sino a quienes la ven.”

Fragmento. Franz Kafka, Cartas a Milena.


Hace poco volví a soñar con usted. Fue un largo sueño, pero no recuerdo casi nada. Yo estaba en Viena: todo eso se ha borrado. Pero luego llegaba a Praga y había olvidado su dirección. No sólo la calle; también la ciudad, todo. Sólo el apellido Schreiber surgía de algún modo a la superficie; pero no sabía qué hacer con él. La había perdido a usted por completo. En mi desesperación pensé en varios recursos muy hábiles, pero —vaya a saber por qué— no los puse en práctica. De todos esos ardides sólo recuerdo uno. Yo escribía en un sobre: Milena, y debajo, “Ruego entregar esta carta; de lo contrario, la Administración de Hacienda sufrirá una enorme pérdida”. Con esa amenaza esperaba poner en movimiento todos los recursos estatales para localizarla. ¿Le parece astuto? Espero que eso no la predisponga en mi contra. Sólo en sueños soy tan tortuoso. Extraigo una vez más la carta de su sobre. Aún queda lugar: Por favor tuté- ame una vez más... no siempre, no pretendo eso... 
tutéame una vez.

06 julio, 2016

Poema, Federico García Lorca, Todo se siembra [Versos inéditos]


Todo se siembra
¡Hasta la poesía
que brota del herido corazón!
¿Quién sembró las estrellas y las flores,
y a Dios quien lo sembró?

Todo da fruto
hasta el beso rojo
en que el alma se torna toda flor.
¿Qué fruto formidable fue la causa
de donde Dios nació?

Todo es tangible
o intangible todo
porque tenemos manos e ilusión.
¿Somos de barro y de negruta eterna
o un sueño de color?

Poema. William Blake, Secreto del amor

 Jesùs Leguizamo portait III


No digas nunca a tu amor, amor que nunca puede decirse;
pues la brisa suave tiembla silenciosamente, invisiblemente.

Yo dije a mi amor, yo dije a mi amor, yo dije a mi amor mi
corazón entero, tambaleando, helado, entre pavorosos sustos.
¡Ay! ¡ella se fue de mí!

Cuando ella se había ido, un caminante llegó silenciosamente,
invisiblemente; y se la llevo suspirando.

05 julio, 2016

Poema. Charles Bukowski, Tengo un azulejo


Tengo un azulejo en el corazón que
quiere salir
pero soy muy listo, solo le dejo salir
por la noche alguna vez
cuando todos duermen.
le digo, sé que estás ahí,
así que no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a meter,
pero sigue cantando un poquito
adentro, tampoco quiero que se me
muera
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan grato que podría
hacer llorar a
un hombre, pero yo no
lloro, ¿y
tu?






04 julio, 2016

Poema. Roger Wolfe, Las autoridades literarias advierten: ser feliz perjudica seriamente la salud



LAS AUTORIDADES LITERARIAS ADVIERTEN: SER FELIZ PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD


Llegué a creer que la felicidad
no es un asunto de los seres humanos
Félix Grande


Hay algunos - por increíble que parezca a estas alturas-
que todavía se convierten en borrachos
por influencia de los poetas simbolistas.
Otros - de manera igualmente increíble-
acaban chutándose heroína
porque momias como William Burroughs
contaban con pelos y señales que lo hacían.
Por motivos parecidos
tú negaste siempre la felicidad,
que como ya se sabe
es un asunto muy mal visto
entre las mentes pensantes de todo este tinglado.
Hasta que la felicidad te cayó encima
como un plato de sopa
que alguien te hubiera volcado en el regazo.
¿Qué demonios era esto?
No estaba programado.
Era un contratiempo nuevo;
era de auténtica vergüenza.
Como, de niños, mojar la cama
o hacérselo en los calzoncillos.
Menudo bochorno.
¿Quién te iba a sacad de ésta?
Pero la felicidad insistió en agitarse dentro de ti;
te recorría de arriba abajo
como un flujo de saliva electrizada.
Y se te ocurrieron ideas muy extrañas:
abandonarlo todo,
salir corriendo dando gritos de alegría,
tirar la casa por la ventana
y lanzarte en plancha a la vida.
La hostia fue de órdago.


Los hijosdeputa habían vaciado la piscina.

Poema. Jaime Gil de Biedma, No volveré a ser joven.



No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Poema. Homero Manzi, Definiciones para esperar mi muerte



Puedo cerrar los ojos
lejos de las pequeñas sonrisas que conozco.
Escuchando estos ruidos recién llegados.
Viendo esas caras nuevas.
Como si de pronto
los mil lentes de la locura
me transladaran a un planeta ignorado.
Estoy lleno de voces y de colores
que juraron acompañarme hasta la muerte
como amantes resignadas
al breve paso de mi eternidad.
Sé que hay recuerdos que querrán abandonarme
sólo cuando mi cuerpo hinche un hormiguero sobre la tierra.
Sé que hay lágrimas largamente preparadas para mi ausencia.
Sé que mi nombre resonará en oídos queridos
con la perfección de una imagen.
Y también sé que a veces dejará de ser un nombre
y será un par de palabras sin sentido.
Estoy lleno de voces y de colores.
Unas veces recogidos en el sonambulismo
de la marcha.
Otras, inventados tras mi propia soledad.
Con ellos se integrará un cortejo final de despedida.
Se cambiarán en lágrimas y palabras piadosas.
Pero hoy, en medio de lo que todavía no he podido amar;
evoco a los marinos encerrados en las paredes altas dela tormenta;
a los soldados caídos sobre hierbas lejanas;
a los peregrinos que duermen bajo la sombra de árboles innominados;
a los niños que yacen contemplando el yeso de los hospitales
y a los desesperados, que entregan el último gesto
frente al paisaje final e instantáneo de la demencia.

Poema. Cesare Pavese, Vendrá la muerte y tendrá tus ojos



Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra vana,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando te inclinas sola ante el espejo.
Oh querida esperanza
también nosotros aquel día
sabremos que eres la vida y eres la nada!


La muerte tiene una mirada para todos.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
será como abandonar un vicio,
como ver que emerge de nuevo
un rostro muerto en el espejo,
como escuchar un labio cerrado.
Descenderemos, mudos, al abismo.

03 julio, 2016

Poema, César Vallejo, Los dados eternos

Musicalizado por Moncho Otero- vídeo perteneciente a Quetzal

Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomándote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

02 julio, 2016

Poema. Pablo de rokha



Posiblemente quepa todo el mar en tus ojos
y quepa todo el sol en tu actitud de acuario;
como un perro amarillo te siguen los otoños,
y, ceñida de dioses fluviales y astronómicos,
eres la eternidad en la gota de espanto.

Fragmento: Pablo de Rokha. Los Gemidos, Elegía del hombre soltero


  Graham Dean

Juventud, juventud llena de precoces canas, lluviosa juventud; dormir sobre la panza pública de las rameras y enflaquecer pensando; libros y libros y libros, enfermedad retórica, literatura y alcohol, dispepsia, cansancio, aburrimiento y precoz pesimismo banal y literario, miseria, lujuria, congoja y triste, amarga pose de poeta melancólico, e infame SABIDURÍA; cuando sonríe el alba, venir dando traspiés, dando traspiés camino del hogar polvoroso, o bloquear sobre el lecho vinagre y mustio; y atardeciendo, ladrar, ladrar, ladrar como ladrara el más podrido de los académicos.

25 junio, 2016

Poema, Charles Bukowski. Se avecina el ocaso


Graham Dean

no hay quien se lamente de mi partida,
ni siquiera yo;
pero me gustaría escuchar el canto de algún juglar
o al menos algún brindis con una copa de vino.
creo que debe resultar molesta sobre todo para los jóvenes:
una muerte lenta y apacible.
aun así podría resultar todo un sueño hecho realidad para cualquier hombre;
uno desea zarpar en una vieja embarcación,
con sus cascos cubiertos de costras blancas de sal
desplazándose sobre el mar mientras sacude nuestras ideas de inmortalidad.
agua de mar en nuestras narices
agua de mar en nuestro cabello
agua de mar hasta el tuétano, en los ojos
y sí, también dentro de nuestro pecho.
¿acaso extrañaremos
el amor de una mujer o la música o los alimentos
o el retozar de un enorme y musculoso
caballo, pateando terrones y destinos
alto y lejos
por un instante mientras se avecina el ocaso?

Roger wolfe, Cinco mil, ochocientos millones de pares de ojos. Poema


¿Quien quiere un puño 
una piedra
un puñal 
una pistola
una palabra
cuando existe
el gélido desprecio
de la indiferencia,
profundo
y devastador 
como cincomilochocientosmillones
de pares de ojos 
mirando hacia otra parte?

Fragmento, Edgar Allan Poe, William Wilson.



en aquel momento alguien movió el pestillo de la puerta.
Me apresure a evitar una intrusión, volviendo inmediatamente
hacia mi moribundo antagonista.
¿pero que lenguaje humano puede pintar esa estupefacción, ese horror 
que se posesionaron de mi frente al espectaculo que me esperaba?
El breve instante en que había apartado mis ojos parecía haber bastado 
para producir un cambio material en la disposición de aquel angulo del aposento.
Donde antes no había nada, alzábase ahora un gran espejo 
(o por lo menos me parecio asi en mi confusion).
Y cuando avanzaba hacia el, en el colmo del espanto, mi propia imagen,
pero cubierta de sangre, y pálido el rostro, vino a mi encuentro tambaleándose.
Tal me había parecido, lo repito, pero me equivocaba.
era mi antagonista , era Wilson, quien se erguía ante mi agonizante. 
Su mascara y su capa yacían en el suelo, donde las había arrojado.
No había una sola hebra en sus ropas, ni una línea en las definidas y singulares
facciones de su rostro, que no fueran las mías, que no coincidieran en la más absoluta identidad.
Era Wilson. Pero ya no hablaba con un susurro, y hubiera podido creer 
que era yo mismo el que hablaba cuando dijo:

-Has vencido y me entrego. Pero también estas muerto desde ahora...
muerto para el mundo, para el cielo y para la esperanza.

¡En mi existías... y al matarme, ve en esta imagen,

 que es la tuya, cómo te has asesinado a ti mismo!

20 junio, 2016

Breve: Charles Bukowski, Poema.

Nuages Fantômes (1897) - Richard Riemerschmid



nadie puede salvarte sino
tú mismo
y mereces salvarte.
no es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.

piénsalo.
piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
la parte de tus entrañas.
tu parte mágica y ebria.
sálvala.
no te unas a los muertos de espíritu

14 junio, 2016

Demian, Hermann Hesse. Fragmento



Y me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendía sus brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigía todos sus pensamientos. Pero sabía, o creía saber, que una estrella no puede ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado, contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dio unos pasos hacia adelante y se lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado. No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realización de su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella.

20 mayo, 2016

[Poema] Corazón coraza, Mario Benedetti



Porque te tengo y no 
porque te pienso 
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor 
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí 
porque te escondes dulce en el orgullo 
pequeña y dulce 
corazón coraza 

porque eres mía 
porque no eres mía 
porque te miro y muero 
y peor que muero 
si no te miro amor 
si no te miro 

porque tú siempre existes dondequiera 
pero existes mejor donde te quiero 
porque tu boca es sangre 
y tienes frío 
tengo que amarte amor 
tengo que amarte 
aunque esta herida duela como dos 
aunque te busque y no te encuentre 
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no.

17 mayo, 2016

Breve: Franz Kafka Poema



No deseo otra cosa que hundir mi rostro en tu regazo, sentir tu mano sobre mi cabeza y permanecer así hasta la eternidad

— Franz Kafka

Breve: A este lado del paraíso, F. Scott Fitzgerald




Tuvo un sombrío consuelo al pensar que ella nunca podría ser más que lo que él había visto en ella; que esa era la culminación de su vida; que nadie la haría pensar como lo había hecho él.

16 mayo, 2016

Breve: Marcelo Reyes Khandia- poema




"Quién
Se la estará culiando
Mientras
Yo le escribo
Huevás".
-Marcelo Reyes Khandia

La carta en el camino, Los versos del Capitán- Pablo Neruda




El agua negra, el mundo
dormido, me rodean. 
Vendrá luego la aurora, 
y yo mientras tanto te escribo 
para decirte: «Te amo».
Para decirte: «Te amo», cuida,
limpia, levanta,
defiende
nuestro amor, alma mía.
Yo te lo dejo como si dejara 
un puñado de tierra con semillas.
De nuestro amor nacerán vidas.
En nuestro amor beberán agua.

Franz Kafka, Diarios 19 [de mayo de 1922].






19 [de mayo de 1922].

Se siente más abandonado cuando está con otra persona que cuando está solo.
Si está con otra persona, está otra persona tiende su mano hacia él para asirlo
y el queda a su merced.

Cuando está solo, es cierto que la humanidad entera tiende su mano hacia él para asirlo,
pero los innumerables brazos extendidos se enredan entre sí y nadie lo alcanza.

breve: Fernando Pessoa




"Nunca amamos a nadie. Amamos, sólo, la idea que tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto nuestro, es decir, a nosotros mismos."